1886 - Primeros años
Ludwig Mies van der Rohe nace en Aquisgrán (Alemania) el 27 de marzo de 1886. Allí estudió en la escuela de artes y oficios, trabajó en el taller de piedra de su padre. En 1902 trabaja como capataz de obras y posteriormente en una empresa de decoración de interiores, diseñando adornos de yeso. Colabora con Bruno Paul en 1905 en Berlín, diseñando muebles.
1907 – Primer proyecto - Casa Riehl
Posteriormente trabaja con Peter Behrens en su estudio. Iniciará su carrera individual en 1912, abriendo su propio despacho en Berlín, en el que se mantendrá hasta 1937.
Sus primeros intentos arquitectónicos eran aún conservadores, basados en técnicas estructurales avanzadas y en el clasicismo prusiano, pero ya muestran el camino que seguirá durante el resto de su carrera.
Los encargos recibidos por particulares para casas de campo son un estudio de juegos de volúmenes, de planos yuxtapuestos que quedan enfatizados por los materiales elegidos. Los planos rectos de la fachada se cortan con amplios ventanales de cristal o con marquesinas sobre las puertas de acceso.
Mies van der Rohe tenderá cada vez más a la simplicidad, a la abstracción de elementos y búsqueda de plantas racionales que formen un todo continuo. En 1912 conoció a Teo Van Doesburg y al grupo De Stijl, entre los que estaba Mondrian.
Tras el paréntesis de la Primera Guerra Mundial, se adhirió a diversos movimientos de vanguardia (Novembergruppe, De Stijl) y empezó a realizar proyectos revolucionarios, como una serie de rascacielos de cristal, entre ellos un edificio de oficinas situado en el centro de Berlín, en la Friedrichstrasse. La pintura abstracta de Mondrian, reducida a formas simplísimas influyó en Mies, ya que a partir de entonces diseña edificios de planos limpios, de paredes abiertas que sobresalen del edificio y se pierden e integran en el jardín. Es una arquitectura en la que los espacios fluyen ente las habitaciones, nunca son cerrados, se abren y se distienden hacia el exterior buscando la integración con el entorno.
Proyecto para la Friedrichstrasse
1927 - Weissenhof Siedlung
Como vicepresidente del Deutscher Werkbund, organiza la exposición en Weissenhof Siedlung, en Stuttgart. Esta exposición constaba de 33 viviendas, y participaron importantes arquitectos europeos de la época, como Le Corbusier, Peter Behrens, J.J.P. Oud o Walter Gropius. Allí quedaron reflejadas las ideas del Movimiento Moderno, a partir de diferentes puntos de vista.
El Pabellón de Alemania, en la Exposición Internacional de Barcelona (1929) es considerado por muchos su obra maestra y una de las obras arquitectónicas más influyentes del siglo XX. Su simplicidad y la continuidad de los espacios, que parecen no tener principio ni fin, son sus cualidades más admiradas. Estos espacios abiertos, sin especializar, permiten realizar cualquier tipo de actividad en su interior. Este pabellón contiene las características principales de la arquitectura de Mies: continuidad espacial, uso del vidrio, estructura de acero, etc.
1930 – Director de la Bauhaus
Entre 1930 y 1933 dirigió la Escuela de Arte y Diseño de la Bauhaus, uno de los focos principales para la evolución del Movimiento Moderno, hasta su clausura por el régimen nazi. También de 1930 es la casa Tugendhat, en Brno (actual República Checa).
En 1938 se traslada a Estados Unidos, ya que en la Alemania nazi su arquitectura no está bien vista. Es nombrado Director de la Escuela de Arquitectura del Illinois Institute of Technology, Chicago, donde sitúa su residencia. Se mantendrá en este cargo hasta 1958. Su condición para aceptar el puesto era poder rediseñar los edificos del recinto universitario. En estos años, Mies “enseña lo que hace y hace lo que enseña”.
1958 – Edificio Seagram
1969 – Muerte
Finalmente, Mies muere en Chicago, el 17 de agosto de 1969.
La arquitectura de Mies se caracteriza por su sencillez y por la sinceridad expresiva de sus elementos estructurales. Su racionalismo y su funcionalismo se han convertido en modelos para el resto de los profesionales del siglo. Su influencia se podría resumir en una frase que él mismo dictó, “menos es más”. Su obra se destaca por la composición geométrica y la ausencia de elementos ornamentales, pero su poética radica en la sutil maestría de las proporciones y en la elegancia exquisita de los materiales (en ocasiones empleó mármol, ónice, acero cromado, bronce o maderas nobles), rematados siempre con gran precisión en los detalles.
